CINE
FORUM de la SoMaMFyC
El
Grupo Comunicación y Salud de la SoMaMFyC tiene el gusto de invitaros a su próximo cineforum, que se celebrará el día 26
de noviembre (siempre y cuando nos encontremos en una fase de confinamiento
que lo permita), a las 16,00 horas
en la sede de la Sociedad (C/Fuencarral nº 18-1º D). En este encuentro, se
proyectará y comentará la película “THE
GUILTY” del director danés Gustav Moller.
Al igual que los anteriores cineforum, éste será coordinado por el Dr. Alberto López García-Franco, Colaborador del Grupo Comunicación y Salud -que nos adjunta su reseña- y la Dra. Concha Álvarez Herrero.
En The Guilty, el director Gustav Moller nos propone un thriller tenso y claustrofóbico donde lo aparente no siempre coincide con lo real y lo imaginado se torna en oculto y misterioso. Su protagonista, Asgen Holm es un oficial de policia relegado a operador del servicio de emergencia telefónica en un turno nocturno lleno de rutina y hastío. Muchos son los paralelismos entre este policia desencantado de su profesión (ha sido suspendido temporalmente de sus funciones y relegado a este cometido por una sanción disciplinaria) y nuestro desarrollo profesional en precario, en plena pandemia de la covid-19. En ambos entornos merodea la amenaza del burnout, y en ambos la atención no es presencial sino telefónica. En ambos ámbitos hay que separar la paja del grano, lo banal de lo importante, sin el apoyo de lo presencial, y con la sola ayuda de la comunicación telefónica, la elocuencia de los silencios y la fluencia de la palabra. Sustituyendo el lenguaje no verbal, por paralenguaje y empatía. Todo es rutina en esa noche idéntica a tantas otras hasta que una llamada le sitúa en situación de alerta ante la sospecha de una mujer maltratada. Vemos al profesional ejerciendo las técnicas de aproximación telefónica ante un posible caso de maltrato, las tensas argucias por desentrañar una situación cuyas consecuencias pueden ser fatales. Todo es atención y escucha. Generación de hipótesis y elaboración de actuaciones a veces en conflicto con los protocolos establecidos. Toda la película se desarrolla en ese habitáculo mal iluminado, recluido en su mesa de la centralita de emergencias. Sus empeños irán destinados a localizar la llamada e imaginar una situación en la que nada es lo que parece. Como todo acto terapéutico, deberá enfrentarse a la precipitación de los acontecimientos y a sus propios demonios personales. Como todo acto terapéutico hay empeño y catarsis.
El
cine de confinamiento tiene prestigiosos exponentes entre los que podemos
resaltar al maestro Hitchock con dos películas claustrofóbicas: Náufragos
(1944) y La ventana indiscreta (1954). En “Náufragos”,
toda la acción se desarrolla en el bote salvavidas en el que navegan a la
deriva los supervivientes de un barco que ha sido hundido por un submarino
alemán; en su bogar rescatan a un militar nazi, capitán del submarino que
hundió su barco al que hacen subir a la barca con reticencias por parte de
algunos de los tripulantes: el conflicto está servido. Con “La ventana indiscreta” contemplamos la convalecencia de James
Stewart, escayolado tras un accidente en esa habitación en la que discurre todo
el metraje de la película. Su confinamiento tiene alivio en la ventana de la
habitación que, como si de una pantalla de cine se tratara, tiene acceso a la
intimidad de sus vecinos incluido el marido que mata a su mujer, y de cuyo
asesinato es testigo nuestro protagonista.
En películas más modernas, y con
el teléfono como protagonista, se sitúa la genial “Burried“ (Rodrigo Cortés, 2010) en la
que toda la acción transcurre en un ataúd. El protagonista se despierta
encerrado en ese ataúd al que le han condenado un grupo de terroristas en Irak
e intenta liberarse gracias a un móvil con escasas baterías y cobertura
insuficiente, contando con la limitación de que le quedan tan sólo 90 minutos
de oxígeno. Miedo, tensión y frustración en esos 93 minutos de metraje en los
que es imposible relajarse. Todo un ejercicio de sabiduría narrativa cinematográfica.
Con idéntico estilo de épica claustrofóbica nos encontramos la película “Locke” (Steven Knight, 2013) en la que
su protagonista debe tomar una decisión decisiva dentro de ese coche que
conduce mientras va hablando por teléfono con las personas relacionadas con un conflicto
que debe resolver inmediatamente y por el que puede desintegrarse su vida: su
esposa, sus hijos y sus jefes. Con el común denominador del teléfono, en “The Guilty” presenciamos la agonía de
una desesperada mujer que ha sido secuestrada por su marido y pide ayuda por
teléfono a la policía. Lo que se nos muestra en la pantalla es la cara del
policía y las voces de la mujer. Todo es veraz en la película aunque vamos
descubriendo que nada es lo que parece. Te angustia la cara del policía y su
impotencia por resolver una situación
que se le va de las manos, encerrado en una habitación desde la que oye la voz
aterrada y desesperada de la mujer. Todo es lenguaje verbal y angustia. Un
guión excitante, un actor en estado de gracia y mucha, mucha empatía.
No
os la perdáis. Os esperamos.
NOTA: por razones obvias, tan sólo se permitirá la asistencia al cineforum de
15 personas. Rogamos que si estáis interesados en acudir lo notifiquéis a la Secretaría
de Somamfyc. La inscripción se hará por orden de registro.
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